Vivo preguntándome de que me servirá quererte, recordarte y volver a intentar olvidarte si a fin de cuentas, vos no te enteras de nada. No sirve que me pase fastidiando el minuto en que te animaste a dejarme, pero lo que es verdad es que no deja de dolerme esta herida que dejaste. Debo lamer esa herida y recordarte aunque no quiera. Me has dejado lamentando una historia que debería haberse muerto antes de comenzar. Mi error fue querer darle vida a la muerte, otorgarle color y hacer de ella mi tierno refugio.